diciembre 08, 2011

Elsa María era dura y hábil como un plumero. A veces iba al anfiteatro del zoológico a probar sus pasos, pero se distraía con una soga que colgaba del poste de luz: se agarraba con las dos manos del extremo suelto y se dejaba balancear, sus zapatillas borraban el polvo de las baldosas rojas.
Yo no baldeaba el piso. Cuando estaba limpio Elsa María se colgaba inmóvil de la soga como el plumero a su clavo. Si bien en una bailarina de su talla esto se transformaba en un Solo para la soga, mi estómago no descansaba hasta que ella no empezaba a moverse.
- Respirá Elsa, respirá Elsa – decía yo en voz baja. Pero eso no daba ningún resultado.
Un día la encontré construyendo una tarima de madera, Elsa María martillaba como un chico dibuja un barco y espera que flote. Las astillas de la madera seca saltaban con sus golpes, cada tanto algún clavo sobrevivía uniendo dos pedazos, los demás pasaban de largo. Ese era un trabajo largísimo, se iba a rematar. Hacía días que yo ni siquiera barría las baldosas, pero ella ya había encontrado otra cosa.

noviembre 20, 2009

La Cara disponible

Se había quedado solo. Estaba creyendo que todavía el feliz cumpleaños, y la siesta y el banquito de la cocina. De un prendedor celeste colgaba su saco más cómodo, se lo había sacado una brisita nomás y ya no pudo volver a usarlo.
Años de feria en feria buscando otro prendedor.
Cómo sería? Los puntos se estaban soltando. Tendría que descubrir su cara, sólo eso. No podía. Las manos atajando los puntos quedaban ocupadas en la red de lana. Puso su cara en la vidriera para que la descubrieran, los pasantes se la dibujaron, la cortaron, le metieron un sombrero moderno, le hablaban por un ojo, le sombrearon la oreja, le adosaban cartelitos con indicaciones. Y él con las manos en la lana. Un prendedor falseado le cerraba el paso. Una alegría de feria lo empujaba. Un ojo le hubiera bastado. Los alfileres sueltos no alcanzaban. Su mirada forzaba un Santa Clara o un punto Jersey.

noviembre 05, 2009

/////////////////////////////////
-Y entonces qué? Lo vas a dejar ahí? –. Raúl la miraba sin interés, irritado por el ansia de Carmen.
- Sí – le contestó para no desanimarla. El invierno los mantenía encerrados, el olor a gas de la estufa del living los mantenía algo mareados. Carmen daba vueltas en círculo alrededor de la mesa, como si pudiera con ese movimiento, generar una fuente de aire para oxigenar el ambiente.
– Pero se va a perder – dijo en el último de los giros
– No se puede perder más – dijo Raúl.
Carmen resopló como un caballo, pero el oxígeno no aparecía. Trabó la ventana, para no correr riesgos: nunca le había gustado la idea de morir sola. Se cubrió la boca con un pañuelo de gasa y miraba a Raúl con preguntas. Raúl se había puesto la campera sobre los hombros, la mano alcanzaba el picaporte de la puerta.
- No te lo podés llevar y volver a traer, a ver si avanza? – resistió ella.
- Si avanza se va a perder más. Además no tengo dónde dejarlo.
Lo miró con dudas, aunque era inútil la idea de que Raúl se lo llevara a su casa, no era lugar. Estaba perdido. Raúl sabía que Carmen no iba a dejar las cosas así, y se entregó a lo que seguía como una vaca a la bocina de un auto.
- No lo podemos dejar así! – gritó Carmen desde atrás del pañuelo. Raúl se quedó en silencio y decidió probar suerte.
- Si intento algo es riesgoso. Ya probé, desde el lateral hacia adelante y fue peor – hablaba sin esperanzas y sin sacar la mano del picaporte. Carmen, tomando sus palabras como un retazo de soga, sugirió otras posibilidades ofreciendo una lista propia de combinaciones posibles,
- Bueno – dijo Raúl cerrando los ojos – si vamos a empezar al tanteo también tiremos un dado!
- Dale!
- Está bien
- Ay no..
- Salió 5. Bueno, andá, dejámelo a mí.
- Al mayor de dos! – Carmen se tiró a la última pileta.
- Imposible con la insistencia. Seis. Esto no se termina más, necesito una pausa antes de seguir. Me voy a dar una vuelta y vengo – mientras Raúl decía esto, Carmen corrió a abrir las ventanas y se ató el pelo con el pañuelo de gasa.
- Sí, pero dejame una referencia – soltó Carmen en el colmo del atrevimiento. Raúl sintió que se convertía en cayado y se movió como si lo hubieran sacudido de la punta, miró a su alrededor buscando el escape. No le iba a coincidir nunca. Carmen ya lo miraba con una libretita y un lápiz en la mano.
- Bueno… tomá nota.

septiembre 17, 2009

Ojos Rojos

Los ojos rojos del conejo se le clavaban cada vez que López salía al patio. No tenía paz, se intimidaba, rehuía esa mirada pero los ojos insistían.
No lo salvaban ni las montañas, ni los cardos, ni el sol que rodeaban su rancho. Vivía solo y en esos días estaba ocupado en arreglar la protección de su baño que se venía abajo. Por las noches lo visitaban sus compañeros de trabajo y conversaban con vino o mate.
López no podía evitar las reuniones en el patio en las noches de verano. Cuando tenía gente, el conejo lo miraba escondido, atrás de algún cardo, una piedra, un balde, nunca sabía.
¿Qué busca? ¿Qué quiere? Para qué vive mirándome? Eran las preguntas de López. Sus amigos no las conocían, entre tantos bichos dando vueltas, el conejo de López era uno más.
López vivía alerta. Le llevaban más tiempo sus tareas habituales, se volvía torpe cuando estaba en el patio.
¿Por qué no come? ¿Por qué se mordisquea?
Escuchás ese ruido, como un chasquido? – le preguntó un día a su amigo.
Serán los grillos –
No, no – López sabía que venía del conejo.
La puerta de su casa, López y el conejo dibujaban un triángulo que cambiaba sus dimensiones, formado por dos puntos fijos y uno móvil… los ojos corregían esa geometría a su antojo.
Una mañana de ceniza el pozo negro no resistió más y cedió llevándose con él al conejo frente a los ojos desesperados de López.
El ángulo móvil del triángulo se hundía, retorciendo el patio de López que quedó definitivamente intransitable.

julio 18, 2009

El codo presiona el centro, los hombros se oponen.
El codo en sostenido abajo.
Suelta la garganta
y desciende todo
se lleva la cabeza que se hunde en un hombro.
El esternón se clava en la cadera.
Las rodillas prueban
se tientan
ceden.

En la provocación
su destreza es restarse
la mirada dirigida al ausente
y
en orden
con disimulo
a la tercer acrobacia
ya no la ves.

marzo 27, 2009

Sostengo pequeñas coronas vacilantes,
ubico mi cuello a la indiferencia del verdugo
al servicio de la comodidad.

Oh Dear! Oh Dear!
llegaré demasiado tarde!

Cuando no está saltando a la vista,
el conejo negro hinca su inmundicia en la pequeñez. Dando un golpe seco en las articulaciones, abre brutalmente su esencia.
Llena de astillas el mediastino, fabricando un basurero que pone a calentar para seguir crepitando.
Las partes se atraen y vuelven a cercar engendros de mediastino, aunque ahora, de efecto reducido. Menús de los que cualquier animal puede venir a servirse.

Una presa que se desposta a sí misma.

marzo 12, 2009

Lo conejo

Estado natural del conejo negro:
Se dispara, crepita, dispersa, imprecisa el conjunto, como si estuviera en aceite caliente,
agoniza ese conejo.

Su crepitar le produce un efecto colateral peligroso: de repente se desprende una pata,
o un ojo. Así, vive en riesgo de desaparición.

Sólo realiza recorridos cuando encuentra obstáculos. Para su desplazamiento provoca,
convierte el terreno en un campo minado.

Repetición: En el contacto con otro ser vivo, se desprende alguno de sus miembros,
así se automultiplica.

febrero 28, 2009

Dómina

Soltó la rodilla.
Atajó al hombro que caía en picada
un brazo en infinito
que en su recorrido sobrevuela la nuca
y dirige el final hacia atrás.

Su mano de aire
pesa y convierte
todo
en lucha

satura

el aire no sabe
agotar la respiración
Repentina.

diciembre 12, 2008

Pliez

................................................................
Se compone como el soporte de un doblez
el torso como apoyatura del brazo plegado
la clavícula es descanso de la mano
la pierna en su cadera
la planta derecha en el tobillo izquierdo.

Se desarticulan de a uno
cuando suena el timbre que la despierta.

diciembre 05, 2008

Inversión


Parece que va a dar un paso
pero comienza con una súplica
en posición invertida
se arquea por completo
y enfrenta a su espectador
vuelve y se envuelve con su propia espalda
lanza la pierna al ras del piso

strike.




noviembre 27, 2008



Un golpe de piernas es la señal de inicio
Chasquean las caderas
se pliegan los tobillos
y el desplazamiento es la consecuencia.

No tiene compañía
su avance es periférico
Va siguiendo marcas de la puesta anterior
traza líneas sin diseño
y se desfigura.

Termina que se fabrica un muñeco de cera.


noviembre 21, 2008

El giro
es una gran noche
que a veces sucede

Entornarse
Tumbar
Provocar el aire

por una suspensión circular.

noviembre 13, 2008

Peso

Para una buena caída
es necesario un atajo.

La cabeza vuelca hacia atrás
y extorsiona
La cadera
cae en pesada correspondencia

.... de todos modos
no sabría dónde ir.

octubre 30, 2008

Torsión

El procedimiento es el siguiente:
un pie cruza por detrás del otro
se desliza
arrastra la cadera
que hace girar el esternón
los brazos reaccionan al impulso
(pero) la cabeza no se movió:
los ojos se quedaron
mirando el principio.


Lo vió pasar
le clavó un ojo

él siguió de largo

con el ojo hincado dió vuelta la esquina

el ojo se torció

los zapatos

perdieron cadencia,

su cintura

el arco.


Y la pluma se decidió a escribir la historia

"de las moscas que sólo tienen un ala".


julio 07, 2008

Enaguar



Ana no alcanza sus vestidos.
La sisa, el talle, el cuello,
el canesú, el ruedo,
son líneas que giran sueltas.

Se le vuelan.
Pasa un detallante
le dibuja una enagua
y no se vuela
.

febrero 25, 2008

La camisa rosa

El delicado grabado de su camisa muda la roza.
Pasa su brazo dormida por el cuello
Suena
esa camisa
suena.
Cruje como el rodillo dentado de una caja de música.
Ella inventa aplomo para no interrumpir el mecanismo
y queda por accidente grabado en su muñeca.
Imposible traducirlo
si habla

se va a deshacer como papel de arroz en el
agua.

octubre 19, 2007

Haz





Me traen
me visten
me hastío
me pegan los ojos


deTenida


para la foto.

agosto 30, 2007

Mientras se dormía detras el telón





Que se deshunda
la piedra del agua.

Que se deshombre la del árbol.

Que se descuente ana/de/maría,
de la eterna retahíla,
plateada ronda pueril que la ahorcaba

rosario atravesado
en un descuido de su cadera
.

julio 28, 2007

Su cuna fue un rabillo


Bolma Rugosa, molusco conocido como Ojo de Santa Lucia
.
.
.
Nació en cuna de ojo
se crió entre el peligro de morir asfixiada bajo un párpado
o caerse en un desvío de mirada.
Confundía la luz con la visión.
Cultivaba Siemprevistas
y dormía en los pliegues abiertos.
Cuando creció espiaba tras bambalinas
y elegía para elegir
el ojo que la desaparecería
.

julio 02, 2007

Río
entrerío
convertida en la inasible suspensión
del agua antes de caer





junio 23, 2007

















La Educación de la Virgen. Georges La Tour


Será esa su condena y su vida, pertenecer a la luz.


Agua. Es blanca y brillante, informe y fresca, pasiva y obstinada en su único vicio: la pesantez. Y dispone de medios excepcionales para satisfacer ese vicio: contornea, traspasa, corroe, se filtra.

En el interior de sí misma ese vicio también actúa: se derrumba sin cesar, renuncia a cada instante a toda forma, no tiende más que a humillarse, se acuesta boca abajo sobre el suelo, cuasi cadáver, como los monjes de ciertas órdenes. Siempre más abajo: tal parece ser su divisa: lo contrario del excelsior.

... Entretanto el sol y la luna están celosos de esa influencia exclusiva, y tratan de actuar sobre ella cuando se ofrece expuesta en grandes extensiones, especialmente si se encuentra en estado de menor resistencia, dispersa en delgadas charcas. El sol entonces toma su mayor tributo. La obliga a un ciclismo perpetuo, la trata como a una ardilla en su rueda.
Francis Ponge "De parte de las cosas"


mayo 26, 2007

MuDanza



La mano
muda
la boca
Ella
demuda





noviembre 28, 2006

Falta desfallecimiento para llegar
a una perla
de Labuán
Si siguen provocando
Provocando quizá lo logre

Sandokán está luchando contra ella

eso ya es demasiado resistir

Ya probó mil trajes
queda solo el pudor

Provocando
si la siguen provocando

quizá lo logre
Ruidos nocturnos
quejidos
las maderas de la casa no terminan de quedarse

Se levanta
los pies descalzos chapotean
cruje el cuello
mira el cielo raso

El techo
lleno de grietas
se filtran gotas

una lluvita sin intención

Miró las cosas de la casa
el globo terráqueo se desriñe
la casa llora
.

agosto 21, 2006

Ella va dos pasos adelante, así, nunca está.

Las agujas del reloj la tienen en la mira
Ella devaría
y querría derivar

El tiempo viene detrás y la destempla

él domina el arte del tiempo
pero ella siempre tiene que esperarlo...
María: la paz!

El tiempo que le toman sus vestidos
nunca se repite
así, ella nunca sabe cuánto la detendrán
está
muriendo de sueño
de no poder calcular
cada vez
le amanece más temprano
.

agosto 16, 2006

Mujer llorando

Picasso

Ausencia
ausencia
Si Dante extravió El camino
no puede ella extraviar?
devariar
devariarse?

Quién la ordena?
al mando de Kien ella va.

Será, será
el descamino será

o en la propia imagen se convertirá

mayo 28, 2006

Bailarines en un avión



















Jaspers Johns




No encuentra

hiende y se adelanta


insiste
insiste
insiste,
pero no,
no encuentra

abril 23, 2006

Entre el reloj y la cama
















E. Munch



La gorra entre los dedos.
Si él pudiera
verse entre...
En cambio
siempre, siempre
dice
Entre!

marzo 02, 2006
















Georges La Tour



Ella tiene la vela
ella lleva el vestido
ella enarbola el rojo
ella explica lo sabido
ella lanza el dedo índice
ella está de Pie
pero vive descendiendo de las alturas




febrero 04, 2006

Muchacha peinándose
















Corot



Las manos intentan
la medida.

Se fuga por el incontable pelo
se delata por los ojos.


.

diciembre 11, 2005

Santa Bárbara

Jan Van Eyck



Ay Santa Bárbara!
Si te dibujaste sola!

En la tela que cae
y se pliega
y se dobla
y resiste
y se ahueca
y te amunda.

Pero no llega...
aunque te ciñe
aunque se frunce,
esa tela.. espacio
ah! sólo llega a ser la grieta donde se afirma tu barbarie.


Y los obreros, tus devotos.
Esos constructores de espacios.
Abrirán la tercer ventana?
Podrán acaso obrar tu ansiada trinidad?

Mujer

Frans Hals




Mi luz no está en mis ojos,
busca más abajo

El sol quemó mi piel
no es el rubor mi virtud

No me bautices
no podrás nombrarme
no me pretendas, caballero
que ya me pinté los labios
que ya te eché el ojo
que ya leí tu destino.